¿Qué cubano de mi generación no viajó en el Tren Lechero...? Pero ahora estamos inaugurando una nueva ruta. El Tren Lechero Habana-Portland, desde La Habana, Cuba y la ciudad de Portland en los Estados Unidos. Agarren sus matules y suban... que ya se va el tren...
martes, 26 de mayo de 2015
Salvas de bienvenida
Hace exactamente dos días, temprano en la mañana, llegábamos a la Habana por la calle que nos lleva a la Plaza de Armas. Justo entrando al parque empezaron los cañonazos. Casi todos nos sobrecogimos visiblemente, pero nadie corrió. Solo los perros buscaron refugio iluso bajo los arbustos del jardín. Al tercer cañonazo corroboramos, casi con un aullido, que era solo un saludo a algún petulante entorchado extranjero. Ya frente al museo de la biblioteca Martínez Villena (donde agoniza Obispo) me estremeció de nuevo el modo en que amenazaban con desplomarse los nuevos cristales de su amplio portal, por efecto de la onda expansiva. Por suerte los 21 cañonazos no fueron suficientes. Algo faltó además de la intención.
Etiquetas:
Amael Rubio Acosta
Ubicación:
Havana, Cuba
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
A mí me sorprendió alguna que otra fecha inesperada, con esos 21 cañonazos de salva. Pues desde mi ventana en el número 53 de la calle Morro, en un tercer piso, podía escuchar fuertemente el retumbar de aquellas ruidosas descargas. La última vez que lo escuché, fue en un saludo a una fragata uruguaya. Aunque el de las "nueve" me sorprendió muchas veces más.
ResponderBorrar